sábado, 15 de septiembre de 2007

CORAZONES SOLITARIOS

Vamos a ver los anuncios de corazones solitarios analizados para producir nosotros uno similar.

Chico joven, 28 años, serio, sano y discreto, muy sensible, desea amistad con señora liberal que sea decidida y sincera. Si te interesa escríbeme al Apdo. 229


Análisis:

  • 1.- FINALIDAD.
  • 2.- DESTINATARIO.
  • 3.- SELECCIÓN Y LÍMITES DEL TEMA.
  • 4.- ACTITUD Y TONO.
  • 5.- RECOGIDA DE INFORMACIÓN.
  • 6.- TÉCNICAS DE GENERACIÓN DE IDEAS.
  • Tormenta de ideas.
  • Agrupamientos asociativos.
  • 7.- CLASIFICAR Y ORDENAR LAS IDEAS.

Si nos imaginamos que somos un hombre como el siguiente :

  • Edad: 57 años.
  • Estado civil: divorciado.
  • Hijos: tres, dos niños y una niña.
  • Físico: alto, rubio, un poco calvo, con ojos negros, delgado, con un poco de barriga.
  • Carácter: sociable, un poco tímido, detallista, dinámico, ordenado.
  • Profesión: abogado.
  • Gustos: la música clásica, los coches, viajar, leer novelas históricas.
  • Buscamos: una mujer de entre 45 y 60 años, a la que tenga los mismos intereses.

Finalidad: encontrar a esa mujer de entre 45 y 60 años a la que le gusten las mismas cosas que a mí.
Destinatario: esa mujer ideal.
Selección y límites del tema: dar la mejor impresión de mí mismo para que esa mujer nos conteste.
Actitud y tono: vamos a decidir ser positivos, dinámicos, dando una imagen extravertida.
Recogida de información: la tenemos en nosotros mismos, la información que hemos dado antes.
Técnicas de generación de ideas:

Tormenta de ideas: rubio, divorciado, Mozart, viajar a China, que le guste leer novelas históricas, delgado, alto, curva de la felicidad, abogado, 57 años, una niña y dos niños, que quiera venir a China.

Agrupamientos asociativos:

  • Gustos: Mozart, viajar a China.
  • Apariencia: rubio, alto, delgado, curva de la felicidad.
  • Edad: 57 años.
  • Profesión: abogado.
  • Buscamos: que le guste leer, que quiera ir a China.
  • Otros detalles: una niña y dos niños, divorciado.

Clasificar y ordenar las ideas:
Con los agrupamientos ya hemos ordenado lo que queremos decir: decidimos destacar nuestra profesión, que estamos divorciados y tenemos tres hijos, nuestros gustos, como es la mujer a la que buscamos y dejamos para el final nuestra apariencia y nuestra edad.


Abogado divorciado, con una hija y dos hijos encantadores, al que le gusta escuchar a Mozart y soñar con viajar a China busca mujer similar, que le guste pasar las tardes leyendo en compañía y que quiera acompañarme a un viaje emocionante a un país exótico, China por ejemplo. Tengo 57 años, soy rubio, alto y delgado... y con esa pequeña curva que da la felicidad. Si eres la mujer que estoy buscando no dudes en escribirme al Apdo. 5678

miércoles, 12 de septiembre de 2007



LA ORACIÓN GRAMATICAL: SUJETO Y PREDICADO

"Un cosquilleo en el centro de su cuerpo no la dejaba estar correctamente sentada en su silla. Empezó a sudar y a imaginar qué se sentiría al ir sentada a lomo de un caballo, abrazada por un villista, uno de esos que había visto una semana antes entrando a la plaza del pueblo, oliendo a sudor, a tierra, a amaneceres de peligro e incertidumbre, a vida y a muerte."

1.- La oración desde un criterio semántico, sintáctico, fonológico y ortográfico.

"Un cosquilleo en el centro de su cuerpo no la dejaba estar correctamente sentada en su silla."

Semántico: unidad de sentido completo.
Sintáctico: unidad sintáctica completa, no depende de otros elementos.
Fonológica: unidad de entonación independiente.
Ortográfico: termina con un punto.

2.- Oraciones bimembres y unimembres.

Bimembres:

"Un cosquilleo en el centro de su cuerpo no la dejaba estar correctamente sentada en su silla."

Un sujeto: "Un cosquilleo en el centro de su cuerpo"
Un predicado: "no la dejaba estar correctamente sentada en su silla."

Unimembres:

No hay una estructura basada en sujeto y predicado, como se puede ver en la oración "Manera de hacerse" con la que se inicia el capítulo tercero de Como agua para chocolate.

3.- Sujeto y predicado.

Sujeto: "Un cosquilleo en el centro de su cuerpo"

Criterio semántico: ejerce la acción del verbo, es aquello sobre lo que se está, en este caso, negando algo.
Formalmente: indica la persona del verbo, la tercera, e indica el número, singular.
Sintácticamente: de los dos constituyentes de la oración no es el predicado.

Predicado: "no la dejaba estar correctamente sentada en su silla."

Semánticamente: nos está dando la información sobre el sujeto.
Formalmente: aparece en tercera persona del singular como le indica el sujeto.
Sintácticamente: de los dos constituyentes de la oración no es el sujeto.

4.- Oración simple y oración compuesta.

Oración simple:

"Un cosquilleo en el centro de su cuerpo no la dejaba estar correctamente sentada en su silla."

Un solo sujeto y un solo predicado.

Oración compuesta:

"Empezó a sudar y a imaginar qué se sentiría al ir sentada a lomo de un caballo, abrazada por un villista, uno de esos que había visto una semana antes entrando a la plaza del pueblo, oliendo a sudor, a tierra, a amaneceres de peligro e incertidumbre, a vida y a muerte."

Más de un sujeto y un predicado.

En este enlace podéis ver un fragmento de la película de Alfonso Arau basada en la novela Como agua para chocolate que reproduce una parte del capítulo tercero del libro:

http://youtube.com/watch?v=1_u2gbvxS1A

Jueves, trece de septiembre de 2007



COMO AGUA PARA CHOCOLATE

Hoy vamos a empezar a trabajar con un fragmento de la novela Como agua para chocolate de Laura Esquivel. En concreto con el capítulo tres, "Codornices en pétalos de rosas".

Este es el fragmento en el que nos detendremos:

"Manera de hacerse:


Se desprenden con mucho cuidado los pétalos de las rosas procurando no pincharse los dedos pues aparte que es muy doloroso ( el piquete) los pétalos pueden quedar impregnados de sangre y esto además de alterar el sabor del platillo, puede provocar reacciones químicas por demás peligrosas.

(...)

La fusión de la sangre de Tita con los pétalos de las rosas que Pedro le había regalado resultó ser de lo más explosiva. Cuando se sentaron a la mesa había un ambiente ligeramente tenso, pero no pasó a mayores hasta que se sirvieron las codornices. Pedro, no contento con haber provocado los celos de su esposa, sin poderse contener, al saborear el primer bocado platillo, exclamó, cerrando los ojos con verdadera lujuria:
-¡Éste es un placer de los dioses!
Mamá Elena, aunque reconocía que se trataba de un guiso verdaderamente exquisito, molesta por el comentario dijo:
-Tiene demasiada sal.
Rosaura, pretextando náuseas y mareos, no pudo comer más que tres bocados. En cambio a Gertrudis algo raro le pasó. Parecía que el alimento que estaba ingiriendo producía en ella un efecto afrodisíaco, pues empezó a sentir que un intenso calor le invadía las piernas. Un cosquilleo en el centro de su cuerpo no la dejaba estar correctamente sentada en su silla. Empezó a sudar y a imaginar qué se sentiría al ir sentada a lomo de un caballo, abrazada por un villista, uno de esos que había visto una semana antes entrando a la plaza del pueblo, oliendo a sudor, a tierra, a amaneceres de peligro e incertidumbre, a vida y a muerte. Ella iba al mercado en compañía de Chencha la sirvienta, cuando lo vio entrar por la calle principal de Piedras Negras, venía al frente de todos, obviamente capitaneando a la tropa. Sus miradas se encontraron y lo que vio en los ojos de él la hizo temblar. Vio muchas noches junto al fuego deseando la compañía de una mujer a la cual pudiera besar, una mujer a la que pudiera abrazar, una mujer... como ella. Sacó su pañuelo y trató de que junto con el sudor se fueran de su mente todos esos pensamientos pecaminosos.

Pero era inútil, algo extraño le pasaba. Trató de buscar apoyo en Tita pero ella estaba ausente, su cuerpo estaba sobre la silla, sentado, y muy correctamente, por cierto, pero no había ningún signo de vida en sus ojos. Tal parecía que en un extraño fenómeno de alquimia su ser se había disuelto en la salsa de las rosas, en el cuerpo de las codornices, en el vino y en cada uno de los olores de la comida. De esta manera penetraba en el cuerpo de Pedro, voluptuosa, aromática, calurosa, completamente sensual. Parecía que habían descubierto un código nuevo de comunicación en el que Tita era la emisora, Pedro el receptor y Gertrudis la afortunada en quien se sintetizaba esta singular relación sexual, a través de la comida.
Pedro no opuso la dejó entrar hasta el último rincón de su ser sin poder quitarse la vista el uno otro. Le dijo:

-Nunca había probado algo tan exquisito, muchas gracias"



Jueves, seis de septiembre de 2007

En la primera clase hemos presentado la asignatura, hablando de los objetivos y del sistema de evaluación.
Hemos empezado repasando la acentuación y la puntuación. Y hemos empezado con un pequeño ejercicio de redacción.
Aquí tenéis las reglas de acentuación y puntuación, recordad que será la forma de evaluar los trabajos escritos y los exámenes.

Acentuación:
1.- Regla general:
1.1.- Acentuación de palabras agudas:
Son palabras agudas las que llevan el acento en la última sílaba: caracol, pared, camión...
Llevan tilde cuando terminan en vocal, en n o en s: ciprés, estación, sofá...
1.2.- Acentuación de palabras llanas:
Son palabras llanas las que llevan el acento en la penúltima sílaba: césped, puerta, hierba...
Llevan tilde cuando no terminan ni en vocal ni en n ni en s: útil, Pérez....
1.3.- Acentuación de las palabras esdrújulas:
Son palabras esdrújulas las que llevan el acento en la antepenúltima sílaba: lámpara, cántaro...
Las sobreesdrújulas en la anterior a la antepenúltima: enséñamelo, cógeselo...
Llevan tilde siempre.
2.- Acentuación de diptongos, triptongos e hiatos:
2.1.- Diptongos:
Es el conjunto de dos vocales en la misma sílaba. Por lo menos una de las vocales tiene que ser cerrada(i,u) y la otra abierta(a,e,o), también pueden ser las dos cerradas: viuda, aire, pausa...
Llevan tilde siguiendo la regla general, colocándola sobre la vocal abierta: péinate, ciempiés...
2.2.- Triptongos:
Es el conjunto de tres vocales en la misma sílaba. Una vocal es abierto y va entre dos cerradas: miau, actuéis...
Llevan tilde siguiendo la regla general, colocándola sobre la vocal abierta: cambiáis, espiáis...
2.3.- Hiatos:
Son dos vocales en contacto en una misma palabra pero que pertenecen a diferentes sílabas: línea, sandía....
Las reglas de acentuación de hiatos son las siguientes:
- Si son dos vocales abiertas siguen la regla general: canoa, geógrafo...
- Si hay una vocal cerrada, y esa vocal está acentuada, llevará tilde aunque no siga la regla general: día, reír, reúno....
3.- Palabras compuestas:
- Si van unidas con un guión (histórico-artístico, teórico-práctico...)las dos conservan el acento y se aplica la regla general de acentuación.
- Si forman una sola palabra sólo conserva el acento la última palabra, siguiendo las regla general de acentuación: vaivén, portalámparas, cortacésped...
- Los adverbios en -mente llevarán tilde cuando la lleve el adjetivo correspondiente: inútilmente, felizmente, cortésmente....
4.- Acentuación de monosílabos:
En general las palabras de una sola sílaba no llevan tilde: tren, dio, pie...
Algunos monosílabos llevan tilde diacrítica, para diferenciarse de palabras con la misma forma pero de diferente significado. Llevan tilde cuando la palabra es tónica pero no cuando es átona:
él(pronombre)/el(determinante)
Dale a él el regalo.
tú(pronombre)/tu(determinante)
Tú tienes tu coche.
mí(pronombre)/mi(determinante)
A mí me gusta mi casa.
Sí(adverbio de afirmación) y sí(pronombre)/si(conjunción condicional)
Sí, se lo guardo para sí.
Si no fueras tan vago te iría mejor.
dé(verbo dar)/de(preposición)
Dile que te de el libro de Juan.
sé(verbo ser) y sé(verbo saber)/se(pronombre)
Sé la verdad sobre el caso.
Sé más calmado.
Se lo dije a tu madre.
más(cantidad)/mas(conjunción=pero)
Quiero más pastel.
Me gustaría ir, mas estoy ocupado.
aún(=todavía)/aun=ni siquiera)
Aún no ha llegado Ana.
Ni aun para eso se molesta.
5.- Acentuación de palabras interrogativas y exclamativas.
Llevan tilde las palabras qué, quién, quiénes, cuál, cuáles, cómo, dónde, cuándo, cuánto, cuánta, cuántos y cuántas cuando son interrogativas o exclamativas.
6.- Acentuación de los demostrativos: éste, ése, aquél.
Se escriben con tilde estas formas, y sus femeninos y plurales, cuando no acompañan a un nombre, cuando funcionan como pronombres.
Las formas esto, eso y aquello no llevan nunca tilde porque siempre funcionan como pronombres.

PUNTUACIÓN
1.- El punto.
Indica el final de una oración, párrafo o texto, marca por tanto una pausa mayor en la escritura o la lectura. Puede ser una pausa mayor o menor pero siempre será mayor que la de la coma o el punto y coma.
También se emplea el punto para señalar que una combinación de letras abreviatura: Ud., D.,...
2.- Los puntos suspensivos.
Son siempre tres.
Se usan cuando se deja en suspenso una frase, en enumeraciones incompletas, cuando se cita a un autor y se omite parte del texto, en este último caso los puntos suspensivos van entre paréntesis o corchetes.
3.- Los dos puntos.
- En los saludos de las cartas y escritos oficiales.
- Al iniciarse una enumeración.
- En las citas textuales.
4.- La coma.
- Tras el nombre en vocativo: Javier, pásame la sal.
- Para separar palabras o frases que forman una enumeración o serie cuando no van unidas por conjunción y, o, ni.
- Tras las expresiones esto es, al parecer, por consiguiente, sin embargo y otras parecidas.
- Para limitar una aclaración o ampliación que se inserta en la frase.
- Cuando se invierte el orden normal de la oración y se antepone le expresión que indica una circunstancia de lugar, tiempo, modo, condición, etcétera: Si no hubieras hecho el bruto, no te hubieras roto el brazo.
5.- El punto y la coma:
Es una pausa intermedia entre el punto y la coma. Si se escribe con frases no excesivamente largas no se tiene que emplear.
- Se pone punto y coma para separar dos períodos de cierta extensión cuando uno de ellos lleva una coma.
- Ante las conjunciones y locuciones conjuntivas peor, sin embargo, no obstante, etcétera cuando lo que antecede es de cierta extensión y ya aparece alguna coma.
6.- La raya:
- Se emplea al iniciarse en un diálogo la intervención de un personaje. También cuando el narrador interviene en el diálogo concretando algo.
- En las aclaraciones que se hacen en el diálogo entrecomillado, en las citas textuales y en los pensamientos.
Ej.: Juan pensaba para sus adentros: "Yo no tengo nada que ocultar, -y repetía- nada, nada".
7.- Las comillas:
- Cuando se cita literalmente a un autor, y al referirse a los apartados y capítulos de un libro, y a los artículos de prensa: En el capítulo "El párrafo expositivo" encontraréis la forma de redactarlo.
- Al emplear una palabra en sentido impropio, irónico, etcétera: Él me ha llamado "tonto".
- Cuando empleamos palabras extranjeras: Pilar se cree una "yuppie".
- Se emplean las comillas simples cuando una palabra está usada como definición de otra: Física significa en griego
'naturaleza'.